¿Alguna vez has intentado tatuarte para exhorcizar demonios?…No hablo de rituales satánicos ni nada a lo Constantine; me refiero al deseo inaplazable, necesario, vital y no se cuántos adjetivos más de hacerte un tatuaje para cerrar un ciclo, un tatuaje que por un rato, su dolor nos enajene a traves del placer, que duela más de lo que llevamos dentro.
Puede que no te haya pasado nunca, y que tengas un dibujito por estar a la moda, porque te parece lindo o quisiste plasmar algún que otro buen recuerdo. Pero el que sintió un dolor agónico que casi no podía respirar, el que estaba harto con lo que pasa a su alrededor y fue y sacó una cita con un tatuador y le dijo: “me urge picarme”, sabrá de lo que hablo.
Mi tatuaje contra el dolor
Un día me apuñalaron a traición. No fue por ilusa, estaba tan ciega que no lo creía, los hechos estaban en mis narices y yo decidí no verlos. Siempre buscando el lado bueno de la gente apostaba porque lo que sentía venía de igual manera a manos llenas de ambos lados. Pues no, no era lo que yo decía, la realidad fue otra. ¿Las razones? Aun tengo mis dudas, pero perdí (en ese momento) de un golpe, a dos personas que amaba mucho.
Mi madre, también enfermó y por ella y por todo, me tatue una hechicera, pero aún no era suficiente, asi que para el día de Halloween harta ya de llorar por mis males y con ganas de sacarme todo el dolor y el odio y viceversa, llamé a mi estudio favorito (alguna vez tendré que entrevistarla y ya sabrán por qué Zoila González, es más que un artista del tatuaje) y dije: voy a picarme un fenix en las costillas.
-¡Muchachos, pa que les cuento! Robin, el esposo de Zoilita, me dio vino, te, café y apoyo moral porque que m…ahí en ese sitio ARDE, mucho…y no soy muy ñeñe que digamos, me dolía la vida jeje pero despues de eso no, la verdad es que despues de eso me dolían la piel de costillas y dije mi frase más celebre para mis amigos referente a un tattoo.
-Zo, prestame una servilleta: creo que voy a llorar.
Despues de cada tatuaje, una vida nueva
El final no tan feliz y si, es que no me rellené el tatuaje…jeje se quedó en trazado y sin ser pendeja de las de carnet parafraseando a Sabina, si no es con anestesia no me lo termino y no le aconsejo a nadie un diseño en la costilla.
Pero lo genial es que en el pueblo había celebración por Halloween (no sin muchos conflictos) y un amigo de Zoilita y Robin, me invito, como plus de tener una periodista que podría contar luego de la fiesta.El sitio estaba genial, e improvizamos mi disfraz con un maquillaje y listo: La Katrina y la novia cadáver se fueron a bailar.
¿Lo divertido de la noche? Era una fiesta de adolescentes que estaban el preuniversitario, acompañados algunos, hasta por sus padres quienes colaboraron en la organización, así que lo escuchamos fue un bombardeo de reguetón, coreados por todos, y cuando a Zoilita se le ocurrió pedirle al DJ que si no tenía “algo más viejo”, este nos sorprendió con Felina y nosotras morimos a carcajadas.